En esta época son típicos los propósitos para el nuevo año, los más conocidos: dejar de fumar, apuntarse al gimnasio, adelgazar x kilos, aprender inglés….

Es curioso que la mayoría están relacionados con la salud y la imagen (y pensando en uno mismo)…y normalmente quedan en el olvido rápidamente…

Desde aquí quiero proponer algunos cambios en los propósitos típicos (para que sean más fáciles de cumplir) y también sugerir algunos propósitos nuevos.

  • Vamos con los típicos:

Deporte: apuntarse al gym es fácil, pero luego no vas porque no tienes tiempo…déjate de tonterías, no necesitas un gimnasio: sube y baja por las escaleras (el tiempo que tardas es el mismo que mientras esperas el ascensor y subes); queda con amigos para caminar, jugar al baloncesto, nadar, etc, así matas 2 pájaros de un tiro (no tienes tiempo de quedar con amigos, ni de ir al gimnasio…júntalo todo, te sale también más barato)

salud/imagen: No hace falta perder peso (salvo que sea por motivos de salud y siempre bajo supervisión médica), sólo con que empieces a comer más sano ya habrás dado un gran paso.

imagen: para empezar a verte un poco mejor no es necesario que te machaques en el gimnasio, vístete con los colores que te favorecen. ¿No sabes cuáles son? Consulta con un asesor de imagen para que te haga un análisis de color.

  • Propuestas nuevas:

Cuidar tu “otra imagen”, no sólo la apariencia física, cuida tu comportamiento y tu actitud: cede el paso, da los buenos días (y si además sonríes, mejor), habla más de quienes hacen las cosas bien y menos de quienes las hacen mal (no colabores en escampar la negatividad).

Cuando decimos “está todo mal, no hay nada que hacer” nos paralizamos, pero si ponemos el foco en quienes sí hacen, aunque sea un poco, vemos que podemos poner nuestro granito de arena para mejorar un poco nuestro entorno. FÍJATE: es fácil, es gratis, te ocupa el mismo tiempo que quejarte…

Piensa por ejemplo en quienes siempre te dan los buenos días sonriendo, te alegran el día ¿verdad?, puedes ser como ellos y contribuir al positivismo.

Debemos ser un poco más conscientes de la gente que hay a nuestro alrededor y de cómo podemos influir. Hemos de buscar propósitos no sólo centrados en uno mismo, sino en nuestro entorno:

-hablar inglés está bien, pero hablar, en general…sea en el idioma que sea, es aún mejor. Mejora tu comunicación, habla off line, conversa mirando a los ojos de tu interlocutor.

Y si decides hablar on-line…CUIDA TU ORTOGRAFÍA (mejora tu propia lengua)

-No pienses sólo en ti, también puedes mejorar la imagen de determinados colectivos discriminados.

Por ejemplo fomentando la igualdad entre hombres y mujeres: no contribuyendo a perpetuar el pensamiento machista, no dando una imagen de las mujeres como débiles y, a la hora de hacer regalos, no cayendo en estereotipos de género, etc.

para y piensa: “¿realmente me falta tiempo o es que me sobran actividades?”

Dedicar tiempo a analizar y reflexionar antes de hacer, puede evitarnos malgastar tiempo en actividades innecesarias. La inmediatez nos estresa y no llegamos a profundizar/disfrutar de las cosas.

ÚLTIMO CONSEJO: No cuentes tus propósitos antes. Hazlos, y al final de año mira tus resultados, así conseguirás:

    *sentirte más capaz para afrontar nuevos retos.

    *animar a los demás a conseguir los suyos.


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