Proliferan por internet muchos gurús que prometen enseñar unas técnicas o trucos para memorizar de forma rápida, también para opositores…es un poco como aquella publicidad de hace unos años que te prometía “aprender inglés en 7 días”.

Yo no conozco a nadie que haya aprendido a hablar (ni inglés, ni cualquier otro idioma) en 7 días ¿y tú? …seguramente tampoco, pero a todos nos atraen esos anuncios que parecen tener una varita mágica que nos ofrece soluciones rápidas y casi sin esfuerzo. Pues bien, lo siento, no hay varitas mágicas: para aprender algo, cualquier cosa, se requiere de cierto tiempo y de un determinado esfuerzo. Ahora bien lo que sí se puede hacer es ayudar a que tanto el tiempo como el esfuerzo sean menores y más llevaderos. ¿Cómo se consigue esto?

Pensemos en cualquier cosa que hayamos aprendido durante nuestra vida (y que no hayamos olvidado) ¿qué es lo primero que hicimos? observar, leer o escuchar a alguien con conocimientos sobre el tema en cuestión y luego practicar. Pero entre observar y practicar hay un paso esencial en cualquier aprendizaje (para que luego la práctica dé buenos resultados), que es ENTENDER.

Entender cómo funciona un mecanismo, las causas y las consecuencias de algo, comprender el porqué de las cosas es lo que nos proporciona la claridad mental para poder, por un lado, asimilar los conceptos y, por otro lado, ponerlos en práctica de forma efectiva e ir ampliándolos poco a poco.

Sin esa comprensión del porqué de las cosas, cualquier aprendizaje simplemente memorizado caerá rápidamente en el olvido y no habrá servido para nada.

¿Qué decía el premio Nobel Richard Feynman sobre esto?

Richard Feynman fue un físico experto en mecánica cuántica y electrodinámica, que ganó el Nobel en 1965. Evidentemente, en toda su trayectoria profesional necesitó desarrollar algunas técnicas de memorización y estudio para poder retener la máxima cantidad de información posible y, basándose en su propia experiencia, Feynman defendía la gran importancia de la comprensión lectora.

Se sorprendía de lo frágil que era el conocimiento adquirido por los estudiantes, decía que las nuevas generaciones estaban fallando en este aspecto: “No sé qué le pasa a la gente: no aprenden comprendiendo; aprenden de alguna otra forma, por la rutina, o de algún otro modo. ¡Qué frágil es su conocimiento!”.

Uno de sus biógrafos, James Gleick, desglosó las técnicas que usó Feynman para conseguir recordar todo rápida y eficazmente:  la clave es simplificar los conceptos para conseguir comprender de verdad y, a partir de ahí, poder profundizar más y llegar a entender temas más complejos. Así pues, 2 son los puntos básicos:

  1. Más allá de la memorización o las reglas de retención, Feynman apostó por la simplificación: convertir los conceptos en algo muy básico para poder comprenderlo al completo. Para ello es necesario centrarse en una materia concreta y dedicar el tiempo suficiente para que el resultado sea más efectivo.

  2. Ser capaz de explicárselo a un niño o a alguien que desconozca al completo la materia:  para ello debes usar un lenguaje y vocabulario tan básico, que reforzará tus conocimientos. Si tras conseguir una explicación sencilla hay puntos que no dominas, debes reforzar la simplificación y evitar todas las palabras complejas que encuentres en libros o apuntes (ahí es importante también tu propio trabajo de investigación, buscando el significado de las palabras o conceptos que desconozcas, hasta traducirlos en palabras que te resulten entendibles).

Así pues, vemos que este proceso no es del todo lineal ya que, si es necesario, puedes volver a puntos anteriores. El objetivo es que, cuando se lo expliques a otro, tú mismo hayas interiorizado los conceptos. A partir de ahí, cuando los conceptos básicos estén bien comprendidos y afianzados, podrás profundizar en cuestiones más complejas de forma más fácil que con técnicas de memorización.

¿Cómo se refleja todo esto en la preparación de oposiciones?

Por todo lo referido, en mis clases siempre pongo el foco en la comprensión, no en la memorización, ya que la comprensión es lo que actúa como anclaje de dicho conocimiento, impidiendo que se olvide y facilitando por tanto su recuerdo y aplicación.

La comprensión ayuda a la memorización (no al revés).

Permite aprender más rápido y con menos esfuerzo dado que los conceptos a estudiar quedarán más claros en tu mente y te será más fácil aprenderlos y recordarlos.

¿Cómo facilito esta comprensión en la preparación de oposiciones? Traduciendo los textos legales (a menudo farragosos) a un lenguaje claro y sencillo, explicando los diferentes conceptos, poniendo ejemplos o usando metáforas de otras áreas más conocidas que permitan entender mejor lo explicado, haciendo resúmenes o esquemas muy gráficos que permitan una visión general y global de un tema, antes de entrar en los detalles, y resolviendo las dudas que cualquier alumno pueda tener. 

Si preparas oposiciones y quieres entender las leyes y comprender mejor lo que estudias (lo que te ayudará a avanzar más rápido), no lo dudes, inscríbete en nuestras clases.

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